Finales del cuento: La
máquina de mi abuelo
Ana
Me
atreví a subirme y probé el botón de lluvia. ¡empezó a llover a cántaros!
Luego,
apreté el de nieve, se puso a nevar y me puse a hacer un muñeco de nieve.
Después,
pulsé el de sol, ¡tenía unas ganas de comerme un helado, qué calor!
Muy
rápido le di al botón de granizo, y en
seguida lo quité, porque me hice daño en la nariz con los granizos. Cuando
entró mi abuelo, corriendo apagué la máquina y me puse en una silla y me hice
el dormido.
¡Mi
abuelo no se dio cuenta!
Me
desperté, me despedí y me fui.
Mª Beiro
Yo
pulsé el botón de nieve, para ver si funcionaba y, de repente, empezó a nevar.
Siguió
nevando durante 7 días. Todos los niños jugaban a las peleas de bolas de nieve,
y yo los veía disfrutar. Todos estaban super-felices por la nieve y fueron felices por la nieve y fueron felices para siempre.
Beatriz
Entonces,
yo le di al botón “granizo” y la máquina
se volvió loca. Salí corriendo y en vez de caer granizo, caían pelotas de golf.
Mi abuelo salió y dijo:
-¿Qué
pasa aquí?
-Yo no
sé, no he tocado nada- respondí.
-¿Verdad
que has tocado la máquina?
-Vale,
sí. Le di al botón de “granizo”.
-
¡¿Qué, la has tocado?! ¡Estás loco!
-Perdón,
la intentaré arreglar.
-Vale
nieto, por favor, arréglala.
El
chico se metió en el laboratorio y la arregló.
-¡Gracias
nene, te quiero!
Alex
Cuando
Carlos iba a tocar un botón rojo, lo apretó pero no sabía que lo ha puesto en
marcha y tocó todos los botones: lluvia, nieve, sol y granizo…
¡Y
ocurrió una gran catástrofe por un lado de la ciudad llueve, en otro hay
granizo y en otro lado nieve. Luego entró el abuelo y le dijo.
-¿Qué
tiempo tan raro hace, no?
- Sí
abuelo, pero lo arreglaremos con la máquina del tiempo- dijo Carlos.
De
pronto el abuelo se dio cuenta de que estaba rota y le dijo a Carlos:
-Tú has
tocado la máquina.
- Si,
vale, toqué muchos botones.
-Carlos,
no debes tocar mis inventos.